Vitamina D: Aprovecha los beneficios del sol

mujer tomando el sol en una terraza

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¿Has notado que en verano estás de mejor humor? Puedes pensar que es porque llegan las vacaciones, pero varias investigaciones apuntan a que puede deberse también a un aumento de vitamina D.

La vitamina D es una vitamina que tiene la particularidad de ser sintetizada por nuestras células cuando nos da el sol. Es cierto que también la podemos encontrar en algunos alimentos, aunque generalmente la fuente principal es la exposición solar. Es una vitamina que se conoce principalmente por su contribución a la salud ósea, aunque, también se relaciona con nuestro estado de ánimo, y cada vez hay más pruebas de ello.

Lo que dicen los estudios sobre la vitamina D

Parece ser que niveles bajos de vitamina D en sangre se relacionan con síntomas depresivos y el síndrome premenstrual. Por el contrario, a medida que aumenta la concentración de esta vitamina en nuestra sangre, mejora nuestro humor, nuestro nivel de estrés percibido baja y nuestra ansiedad también.  De hecho, un estudio realizado en Canadá mostró que un mayor nivel de vitamina D en sangre, se asociaba con una mejor calidad de vida y una mejor salud mental en general.

Se han hecho varias investigaciones con muestras amplias en diferentes partes del mundo, tanto con personas mayores de 65 años como en adultos jóvenes sanos, y los resultados parecen indicar esta tendencia: a mayor concentración de vitamina D en sangre, menor riesgo de emociones depresivas.

 

¿Cómo sucede esto?

La hipótesis es que la vitamina D está relacionada con la serotonina, un neurotransmisor imprescindible en la regulación del estado de ánimo, así como con la dopamina, la hormona del placer. Al parecer, la vitamina D regularía los genes que producen estos neurotransmisores, encargados de la regulación de las emociones.

La relación entre sol, vitamina D y humor podría explicar por qué en los países del norte de Europa, donde apenas tienen sol, tienen niveles mayores de depresión y otras enfermedades mentales. Aunque probablemente esto sea solo un factor y habrá muchos otros aspectos que influirán en ello.

 

¿Cómo lo podemos prevenir?

Según un estudio del 2017 de La Universidad Politécnica de Valencia, para obtener la cantidad necesaria de vitamina D al día, sería suficiente con tomar el sol 10 minutos en primavera y verano con un 25% de nuestra superficie corporal expuesta. En otoño necesitaríamos unos 30 minutos y en invierno, 130 minutos aproximadamente.

Aunque hay que tener en cuenta que no todo el mundo sintetizamos la misma cantidad de vitamina D: si tu piel es más oscura necesitarás más exposición solar para conseguirlo, y si es más clarita, menos. Además, dependiendo de las horas del día en las que tomes el sol o las zonas de tu cuerpo que estén expuestas, puede aumentar o disminuir el tiempo necesario para la síntesis de vitamina D.

Por otro lado, la vitamina D se almacena en nuestro cuerpo, de forma que la que no gastamos se queda en unos reservorios. Si tomamos más el sol en verano, tendremos nuestros depósitos de vitamina D llenos y podremos afrontar mejor el invierno.

Actualmente, en España hay una prevalencia bastante alta de déficit de vitamina D, debido a la falta de sol y la protección solar que usamos, que dificulta su síntesis. Esto no significa que tengamos que pasarnos largas horas al sol sin protección, sino que un ratito cada día, y en las horas en las que el sol no es tan fuerte, sí sería conveniente.

Así que, a partir de ahora, cuando vayas a la playa sabrás que no solo vas a relajarte, sino que estarás mejorando tu humor sin apenas darte cuenta.

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