La zanahoria forma parte de la dieta mediterránea desde sus orígenes. En aquellos momentos, se consumía una variedad distinta a las que conocemos actualmente, de color púrpura con el interior amarillo pálido. Originalmente se consumían únicamente sus hojas y semillas, pero no la raíz, que es lo que consumimos en la actualidad. La zanahoria naranja, variedad más consumida a día de hoy, fue seleccionada en los Países Bajos. Según cuenta la historia, debe su origen a que en aquellos momentos buscaban priorizar la tonalidad naranja a la hortaliza, para hacer honor a la Casa Real Holandesa. Así pues, buscaban solo aquellas raíces de color naranja, para asegurarse de que toda la producción fuese de este color. A día de hoy esta es la variedad más producida a nivel mundial. Los mejores ejemplares son aquellos que se cultivan a finales de primavera, así que junio es uno de los mejores meses para consumirla.
Actualmente podemos encontrar variedades naranja, blanca, púrpura y amarilla. Aunque la que más se consume es la primera. Pese a que son muy similares, existen algunas diferencias según su color:
- Naranja: Rica en betacarotenos. Es perfecta para consumir tanto cruda como cocinada.
- Blanca: también conocida como chirivía. Con sabor intenso, pero de suave digestión.
- Púrpura: rica en antocianinas, responsables del color azulado. Este compuesto tiene propiedades antioxidantes y beneficios en la prevención de enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas, entre otras. Se recomienda cocinarla para aprovechar mejor sus beneficios.
- Amarilla: rica en luteína, responsable de su color amarillo. Es un potente antioxidante y además muy beneficioso para la vista.
Conservación
La mejor forma de conservar esta hortaliza es a temperatura ambiente, en un lugar fresco y seco. Para mantenerlas en buen estado, se debe eliminar el tallo y almacenar en frio sin limpiar, ya que la limpieza acelerará su deterioro.
Uno de los mayores peligros para la conservación de la zanahoria es la humedad, así que es importante almacenarla en un lugar ventilado. En el caso de almacenarlas en la nevera, puedes introducirlas en una bolsa de papel o tela, para evitar que se acumule la humedad. De esta manera se mantendrán frescas más tiempo.
Es importante evitar almacenarlas junto a manzanas, plátanos o melocotones, ya que estas frutas acelerarán la maduración de la verdura.
Propiedades nutritivas
Uno de los beneficios más conocidos de consumir zanahorias son sus propiedades sobre la vista, gracias a su alto contenido en vitamina A. En realidad, esto no significa que consumir esta hortaliza tenga un efecto de mejora en nuestra visión, sino más bien, hace referencia a que la deficiencia de vitamina A puede dar lugar a un daño en la vista, por eso es importante mantenerla en los niveles adecuados. Las zanahorias son una buena herramienta para obtener esta vitamina de manera saludable.
Destaca también por un alto contenido en fibra, principalmente cuando la consumimos en crudo. Además, a pesar de su textura leñosa, contiene una gran cantidad de agua.
Sus beneficios para la piel son muy conocidos. Gracias a su contenido en betacarotenos, compuestos antioxidantes responsables del color anaranjado de la zanahoria, su consumo nos ayuda a mantenerla en buen estado y a protegerla de los efectos nocivos del sol.
Numerosos estudios han relacionado el consumo de esta hortaliza con la prevención de algunos tipos de cáncer, entre los que podemos destacar el colorrectal o el de próstata, gracias a su contenido en fibra y compuestos antioxidantes.
Resulta una hortaliza ideal para tratar dolencias digestivas, ya sean crónicas o agudas. Su digestión es suave y además tiene efectos antiinflamatorios que ayudan a mejorar la evolución. Además, resultan un aperitivo perfecto para abrir boca antes de una comida, o para ‘matar el hambre’ entre horas.
A continuación, te dejamos 3 recetas, para que puedas incorporar a tu dieta esta deliciosa hortaliza.
Crepes de zanahoria
Alérgenos: Huevo y lácteos
Raciones: 2-3
Tiempo: 30 minutos
Ingredientes
- 80g de zanahoria rallada
- 200ml de agua
- 200g de harina
- 2 huevos
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta
Receta
Ralla o pica muy finas las zanahorias (deben quedar prácticamente trituradas).
Coloca en un vaso batidor la zanahoria, el huevo, la harina y el agua. Tritura con la batidora hasta obtener una masa homogénea y líquida. Si está muy espesa, puedes añadir más agua fría hasta obtener la textura deseada.
Coloca un cacito de la masa en una sartén antiadherente a fuego medio-alto durante un minuto, o hasta que el color cambie, y dale la vuelta para cocinar unos segundos más. Repite esta operación hasta terminar con toda la masa.
Rellena tus crepes con tomate picado, hojas verdes y salsa de yogur griego con sal y pimienta.
Snack de zanahoria y parmesano
Alérgenos: Huevo y lácteos
Unidades: 10-12
Tiempo: 45 minutos
Ingredientes
- 200g de zanahoria
- 75g de harina de avena
- 70g de queso rallado
- 2 huevos
- Sal y pimienta
Receta
Precalienta el horno a 180 grados.
Ralla o pica muy finas las zanahorias. Escurre su jugo con un paño de tela y resérvalo para otras elaboraciones, ya sea un jugo fresco o una crema de hortalizas.
Bate los 2 huevos en un bol con sal y pimienta, y a continuación añade la zanahoria, el parmesano y la harina. Mezcla hasta obtener una masa homogénea.
Forma bolitas de pequeño tamaño y colócalas en una bandeja de horno forrada con papel. Cuando hayas acabado con la masa aplasta las bolitas para darles forma de galleta y hornea durante 15 minutos o hasta que estén ligeramente doradas.
Bolitas energéticas de zanahoria y coco
Alérgenos: nueces
Unidades: –
Tiempo: 40 minutos (incluyendo el tiempo de refrigeración)
Ingredientes
- 1 zanahoria grande rallada
- 3 cucharadas de copos de avena suaves
- 1 cucharada de almendra molida
- 2 dátiles gigantes
- ½ cucharadita de canela
- 2 cucharadas de coco rallado
Receta
Pon en remojo los dátiles durante 5-10 minutos y cuando estén blandos tritúralos.
Mezcla en un bol todos los ingredientes hasta conseguir una mezcla una mezcla homogénea. Y almacénala en la nevera durante 30 minutos, para que la masa se endurezca. Transcurrido este tiempo, forma bolitas con la masa y cúbrelas con coco rallado.