Dale la vuelta a la receta

cesta de la compra con alimentos saludables: verduras, fruta...

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A veces nos castigamos sin comer aquellos platos que nos encantan porque no son precisamente los más saludables, y a cambio decidimos darnos el capricho una vez a la semana, pero ya que estamos lo hacemos a lo grande, eligiendo de lo malo lo peor. Quizás la clave no esta en privarnos de eso que nos gusta, sino en aprender a darle la vuelta para que, sin perder toda la gracia resulte más saludable y podamos incluirlo dentro de nuestro hábito alimenticio.

Lentejas con chorizo

Para unas lentejas más saludables te proponemos esta opción con un sabor que nada tiene que envidiar a la receta clásica. Podrás tomarlas varios días por semana.

Ingredientes

  • 1 cebolla
  • 1 puerro
  • ½  pimiento rojo
  • 2 zanahorias
  • 200 gr de contramuslo de pollo
  • Tomate seco
  • Limón
  • 3 dientes de ajo
  • Pimentón ahumado
  • Sal y Pimienta
  • Aceite de oliva

Elaboración

En primer lugar, vamos a macerar el pollo. Deja los tomates secos en remojo con agua caliente durante 10 minutos. En un bol coloca el pollo cortado en cubos, 1 cucharadita de pimentón ahumado, el tomate seco cortado en láminas, 2 ajos machacados, ralladura de limón, sal, pimienta, 1 cucharada de vino blanco y 1 cucharada de aceite de oliva. Envuelve el pollo para que se impregne de la mezcla. Tapa el recipiente y deja en la nevera durante al menos una hora, mezclando un par de veces durante este tiempo.

Pica muy fina la cebolla, el puerro y el diente de ajo sobrante y pocha en una cacerola a fuego muy bajo con una cucharada de aceite y la tapa puesta. Cuando estén tiernas, sube el fuego e incorpora la carne con el líquido generado durante el macerado. Márcala por todos los lados y sácala de la cacerola. Resérvala en un plato para incorporarla nuevamente al final del proceso.

Añade el pimiento picado, las zanahorias cortadas en rodajas, la patata en cubos y las lentejas. Cubre con agua (al menos 3 dedos por encima de los ingredientes) y cocina a fuego fuerte hasta que rompa a hervir. En ese momento baja a fuego medio y deja cocinar durante 45 minutos o hasta que las lentejas estén tiernas. Por último, incorpora nuevamente el pollo reservado y déjalo cocinar 5 minutos más para que se impregne con los sabores del guiso.

Tortilla de patatas

La clave para una tortilla de patatas saludable está en no freír las patatas. Las patatas no son el enemigo, pero un exceso de fritura si.

Elaboración

En una sartén coloca a fuego muy bajo la cebolla picada fina con una cucharada de aceite. Póchala con la tapa puesta hasta que esté tierna y después, sube el fuego para que se dore ligeramente.

Corta las patatas en láminas finas y cocínalas en el horno o en el microondas. Para el microondas simplemente salpimenta, coloca un plato encima y calienta durante 5 minutos, moviéndolas trascurrido la mitad del tiempo.

Incorpora las patatas a la sartén a fuego medio alto y termina de cocinar junto a la cebolla.

En un bol bate los huevos con la sal y añade las patatas atemperadas. Mezcla.

Coloca una sartén a fuego medio-alto con 1 cucharada de aceite y cuando esté caliente incorpora la mezcla. Deja que se cocina por un lado asegurándote de separar los bordes de la pared de la sartén. Dale la vuelta a la tortilla ayudándote de un plato y cocina por el otro lado.

Pizza

Mejor casera. La pizza no es una mala opción siempre que elijamos bien sus ingredientes.

Elaboración

Una base de pizza debe contener levadura, harina, agua, aceite de oliva y sal. Se puede elaborar en casa porque es realmente sencilla. Para acompañar una buena salsa de tomate casera, cualquier verdura como láminas de calabacín o berenjena, pechuga de pollo, atún e incluso huevo, y para coronar, un queso de buena calidad. Este paso es importante ya que uno de los errores más habituales en la pizza suele ser el queso. Si te fijas en los ingredientes de una pizza precocinada, seguramente no encuentres queso entre su lista de ingredientes, sino grasa láctea. Tampoco son buena elección los conocidos como quesos para gratinar. Elige un queso con un contenido graso equilibrado. Los ideales son los de pasta cocida como Emmental, Gouda o queso de bola. Funden bien, pero tienen poca grasa.

Hamburguesa

Siempre casera. Lo ideal es comprar una pieza de carne a tu elección y pedir al carnicero que la pique. También puedes picarla en casa.

Elaboración

Para evitar el consumo excesivo de carnes rojas alterna la carne de vacuno con otras carnes blancas, como la de pavo o pollo.

El pan también es importante ya que por lo general los panes preparados para hamburguesa suelen contener gran cantidad de azúcar añadido y grasas poco saludables. Sustituye éstos por panes tradicionales. Una buena elección sería el pan de mollete, cuya textura es tierna, pero entre sus ingredientes solo encontramos harina, agua y sal.

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